inolvidable experiencia en hotel spa termes carlemany con desayuno exquisito, cómodas habitaciones y vistas al río que enamoran

Desayuno espectacular, vistas al río, spa y comodidad en la habitación.

Hotel muy limpio, personal extremadamente servicial y muy servicial en la recepción. Habitacionestá bien equipadas, con una cama doble, y la ubicación es bonita. Desayuno con tanto una hermosa vista como fruta fresca.

Ubicación céntrica junto al río.

Ubicación excelente. A menos de cinco minutos del centro. El parking, aunque de pago , es razonable para la zona. El spa es un verdadero lujo, especialmente gracias a Cristina, una masajista excepcional. Su atención y habilidades son incomparables. El servicio de EVA durante la cena fue notable, siempre pendiente y cordial. Sin embargo, hay áreas que necesitan atención. La limpieza de la habitación dejaba mucho que desear; polvo y suciedad por todas partes. Además, el colchón era incómodo y las almohadas demasiado duras. No se justifican los aumentos de precio en la reserva por el desayuno que no incluía. Comodidad y limpieza deben ser prioridades. Sin duda, hay potencial, pero se necesita más cuidado.

En el hotel se respiraba un ambiente cómodo. El hotel tiene una ubicación céntrica junto al centro.

Hay mal olor en algunas zonas.

recomendado para una escala rápida

excepcional servicio, excepcional personal con un trato cariñoso y acogedor que hicieron de mi estancia una experiencia inolvidable

No podría haber ido mejor.

¡Todo! Las habitaciones, el personal, el spa, el país... Una gran estancia

¡Nada!

buenas vistas pero no esperes un spa de lujo

El desayuno es un deleite visual y de sabor con vistas al río y montañas. El personal es amable y se adapta a tus necesidades como un trago que improvisan en la habitación.

El spa es más pequeño de lo que parece en las fotos.

Me gustó la acogida, el confort, el desayuno, el restaurante.

Nada especial.

Habitación incómoda, atención deficiente.

El desayuno es muy bueno y variado, con vistas agradables al río.

La cama estaba dañada y el wifi no llegaba bien. La limpieza podría mejorar, encontramos polvo y pétalos de rosas de otros huéspedes.

Sin lugar a dudas,su personal.Son todos muy profesionales y amables y supieron solventar con rapidez y eficacia un par de contratiempos que tuvimos.Las habitaciones son confortables.Son mas amplias las que tienen 2 camas que las de cama de matrimonio.

La zona de spa "por así decirlo" es mínima.Solo hay un jacuzzi y luego otra sala con una cinta para correr y una bicicleta estática.Las habitaciones dan al rio o a la calle.Mejor las que dan a la calle, porque hay buena insonorización y no hay tráfico de noche,sin embargo el rio es muy ruidoso.La cocina es buena, pero si se tiene un "buen apetito",resulta escasa.

La habitación muy cuidada y limpia. El acceso al baño tenía la puerta rota, no se podía cerrar. Después de esquiar, el spa fue relajante, aunque el jacuzzi se quedó corto.

Recepción. Dormitorio. El baño. El desayuno.

Nada

El Spa es increíble, destaco a Cristina, la masajista, que tiene manos de oro. Las habitaciones son limpias y bien insonorizadas, aunque el ruido del río puede ser fuerte, especialmente al deshielo. El servicio es excepcional; la atención al cliente se nota incluso en el desayuno. La comida podría mejorar en variedad, pero cumplen con opciones sin gluten. Desafortunadamente, la piscina estaba cerrada, y el parking es compartido y costoso. Las instalaciones necesitan una renovación y limpieza más a fondo. A pesar de eso, la experiencia fue realmente relajante y se siente el lujo en cada rincón.

El relax que produce llegar al hotel y tener una zona de spa muy apetecible